domingo, 2 de julio de 2017

La experiencia de viajar a la Tierra Media

'El herrero de Wootton Mayor o la experiencia de viajar a la Tierra Media' es el título del texto con el que participé en la última edición del premio Ælfwine de ensayo, que convoca la Sociedad Tolkien Española con el objetivo de promover el conocimiento y estudio de la vida y obra de J.R.R. Tolkien. 

Os dejo aquí la introducción y un enlace al texto completo. Aunque no resultó premiado, puse una buena cantidad de entusiasmo y una pizca de empeño en redactarlo. Me parece que puede interesar tanto a seguidores de Tolkien, por supuesto, como a viajeros en general. 

Como el protagonista de El herrero de Wootton Mayor, los lectores de Tolkien recibimos una estrella élfica que nos sirve de pasaporte al país de las hadas: nos caracterizamos por ser capaces de adentrarnos mediante la imaginación en los lugares, paisajes y enclaves de la Tierra Media, aunque en realidad estemos sentados en el salón de casa o viajando por cualquier sitio que figura en los mapas de nuestro mundo. Este ensayo se propone desentrañar esa capacidad mágica, por evocadora, que poseen las obras de Tolkien, con el mencionado cuento como principal referencia.

Es frecuente que, al viajar, recordemos lugares que ya conocíamos previamente, y los comparemos con el paisaje que se despliega en ese momento ante nuestros ojos. Lo que resulta singular es que nos acordemos de un sitio donde no hemos estado jamás porque no existe, pero que sin embargo se nos aparece en la memoria con la misma autenticidad de lo real. Caminando bajo una fuerte lluvia, en ruta por un sendero que termina en una cascada imponente, mi cabeza se traslada del espacio que ocupan mis pies, ubicable en la cartografía de la realidad, hacia los cuadrantes imaginarios de la Tierra Media. Estoy en los alrededores de El Gasco, en Las Hurdes, al norte de Cáceres, pero tengo la sensación de encontrarme en el Valle del Arroyo Sombrío, al otro lado de las Puertas de Moria donde los miembros de la Compañía del Anillo lamentan la desaparición de su guía, mientras contemplan la cascada y el Lago Espejo con más pesar que regocijo. Me sorprende pensar que conozco igual o mejor la geografía del mundo de Tolkien que los lugares que he visitado a lo largo de mi vida. Y como mi caso no es extraordinario, sino compartido por los muchos lectores del profesor Tolkien, me dispongo a explorarlo a través de este viaje por su literatura.

Consulta el texto completo del ensayo en este enlace.

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