sábado, 28 de enero de 2017

Volver (peleando a la contra)

¿Para qué sirve un blog? En estos tiempos de fuga acelerada hacia ninguna parte, un blog supone detenerse, tomar aliento, darse un respiro para reflexionar. Si las redes sociales equivalen a una conversación trivial, olvidada a los pocos minutos o sustituida por el siguiente vocerío, el blog (que no es otra cosa que un diario electrónico) permanece, se puede regresar a él meses o años después; a pesar de ser digital se diría que incluso pesa, frente a lo liviano que se ha vuelto todo a nuestro alrededor.

A un blog se puede volver como se vuelve a una ciudad querida o a una vieja amistad y, lo que es más importante, a un blog se regresa cuando uno quiere, no cuando te lo notifica tu móvil. ¿Por qué recuperar este blog, tras año y medio de silencio? La excusa es que voy a volver a publicar un libro, en esta ocasión con la editorial Lupercalia, y necesito un lugar que sirva de anclaje durante la travesía que supone toda nueva publicación literaria. Un medio propio de agitación y propaganda, vaya.

Pero esa es, repito, la excusa. La verdadera razón, sospecho, reside en el gesto, en la resistencia ante lo establecido, en las ganas de dejar de dejarme llevar. Un blog puede ser también un dique contra el río que nos arrastra, sobre todo si las aguas bajan turbias. A veces un blog se convierte en periodismo en lugar del periodismo, y qué mejor ejemplo que el del premio que nos llevamos por Politocracia, véase la foto adjunta.

En homenaje a Charles Bukowski y al nombre del blog de un viejo amigo, y ya de paso también a Luis Pastor: aquí me tienen señores, de vuelta, peleando a la contra. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario